¿Por qué elegir Aruba?

La llaman la isla feliz y, la verdad, sobran razones para ser feliz en Aruba. Los días, en su mayoría soleado y con temperaturas cercanas a los 30 grados, se adecuan al ritmo del visitante. Pueden ser lentos tanto sobre la arena como en la reposera al lado de la pileta del hotel o pueden ser fugaces si una aprovecha todo lo que hay para hacer en Aruba. Las noches, la temperatura baja unos grados, lo suficiente como para pasear por el centro de la ciudad sin sufrir el calor o la humedad.

Aruba es la isla del caribe donde menos llueve, donde se hablan oficialmente tres idiomas y, no oficialmente, unos cuantos más. De la mezcla del español, inglés, holandés, alemán, portugués y hasta hindú, nace el papiamento, la lengua nativa de la población de la isla. Es gracioso al oido, porque por momentos uno no entiende absolutamente nada, hasta que suena una palabra perdida en español o en inglés.

Esa combinación de culturas, de inmigrantes de distintos países, no solo se refleja en el idioma, también en la gente, en los productos que consumen, en las comidas que preparan y es lo que hace a este pequeño país un lugar único y especial para pasar un descanso memorable.

¿Cómo llegar a Aruba?

Aruba esta localizada en América del Sur y, si bien es un país “latino” por geografía no lo es por pertenencia. Esta isla es parte de lo que aún se conoce como Antillas Holandesas, denominación que integran también Bonaire, Curaçao, San Eustaquio, Saba y la parte sur de Sint Maarten. Las Antillas pertenecen al Reino de los Países Bajos pero, este grupo de islas, se disolvió como unidad y, si bien todas siguen perteneciendo a Holanda, sus decisiones se toman de manera autónoma.

La isla feliz es vecina directa de Venezuela, se encuentran a menos de 100 kilómetros de distancia por agua. Sin embargo, si desean llegar en barco a la isla deberán hacerlo a bordo de un crucero ya que, por el momento, no hay otro transporte marítimo que comunique ambos países.

La mejor manera de llegar a Aruba es en avión. Desde Buenos Aires no hay vuelos directos, pero pueden llegar haciendo combinación tanto en Panamá como en Miami o en Colombia. En mi caso, como venía de pasar unos calurosos días en Cartagena de Indias con mi madre, el vuelo salió desde allí. De Cartagena hicimos escala en Bogotá y de ahí hasta el Aeropuerto Internacional Reina Beatrix.

Desde el aeropuerto Reina Beatrix, hay tres maneras de llegar al hospedaje. La más económica es cruzar la ruta y tomar un bus, acá hay dos problemas: por un lado, la ruta es bastante transitada y no hay semáforos, por lo que no queda opción que cruzar corriendo; por otro lado, el transporte público no lleva valijas. Entre una cosa y la otra, ir en bus desde el aeropuerto hasta el hotel no es una opción para la mayoría de los visitantes.

Las otras opciones son más sencillas. Pueden contratar online el servicio que ofrecen varias agencias de excursiones que consiste en el traslado del aeropuerto al hotel ida y vuelta, solo se puede contratar por internet con anticipación. O bien, si como nosotras decidieron ir sin saber nada de esto, pueden tomarse un taxi en la puerta. El taxi desde el aeropuerto hasta Eagle Beach (donde estaba nuestro hotel) nos salió alrededor de U$S20.

¿Dónde hospedarse?

Para alojarse en la isla lo que sobra son opciones, sin embargo, lo que no sobra son opciones económicas. La isla está completamente dolarizada y, si bien tienen moneda propia, se manejan con dólares americanos de igual manera. Por lo tanto, el hospedaje suele ser caro.

En cuanto a zonas, hay tres grandes zonas donde se encuentran la mayoría de los hoteles:

• Downtown: es la zona céntrica del país, prácticamente no tiene playa y cuenta con algunos hoteles de lujo como el Reinassance, que tiene una playa privada y acceso a la famosa isla de los flamencos.
• Eagle Beach: esta es la zona donde estaba alojada, hay varios hoteles con el régimen all inclusive y también estilo condominios. Es ideal para estar tranquilos porque la playa está casi desierta a esa altura, además en la zona hay un hipermercado por lo que si deciden quedarse en apartamentos, como fue mi caso, es bastante útil. En mi caso, me hospedé en el Tropicana Casino and Resort (ahora Eagle Casino and Resort) y pueden ver fotos del hotel haciendo click acá. Otra opción en la zona que nos gustó mucho y en la que me hospedaría si volviese sería La Cabana, además de estar justo frente a la playa, las habitaciones son más modernas y tienen entretenimiento durante todo el día.
• Palm Beach: la zona más turística de Aruba, donde están la mayoría de los all inclusive, las tiendas, los restaurantes algunos locales para comer al paso. Lo bueno de la zona es que podés conseguir todo ahí, lo malo es que al estar todos los hoteles asentados en el área es casi imposible estar tranquilos. Palm Beach es hogar de varios beach resort como el Hyatt, el Marriot y el Ritz-Carlton, entre otros grandes alojamientos de lujo.

¿Que hacer en Aruba?

La pregunta parece tener una respuesta bastante obvia: “playa y tomar sol” es lo primero que viene a la mente de cualquiera que viaja a una isla paradisíaca. Sin embargo, al ser Aruba una isla que vive, principalmente, del turismo, la cantidad de lugares, excursiones y recorridos que se pueden hacer es inabarcable. Realmente hay un montón de actividades para hacer en Aruba.

De los siete días que pasé en Aruba, tres los dediqué exclusivamente a realizar excursiones y podría haber pasado el resto de los días con distintos planes. Hay mucho que conocer y que visitar en Aruba.

El primer día conocí la playa más paradisíaca que vi en mi vida y no puede dejar de recomendarla: Baby Beach.

Arena blanca, poca gente, agua transparente y nada de olas. Llegamos a este lugar increíble, ubicado en un extremo de la isla, en una zona muy poco turística, gracias a EL Tours Aruba en una excursión de Beach Hopping.

Primero hicimos una parada en Mangel Halto, una playa cercana al aeropuerto y, después, fuimos para Baby Beach.

Durante todo el camino el guía nos habló de la isla, nos contó como vivían los lugareños y nos fue mostrando lugares emblemáticos del país. Luego, en la playa Baby Beach, los que se animaron hicieron snorkel y, los que no, se dedicaron a tomar sol, caminar por esa playa soñada descubriendo los árboles divi divi -típicos del paisaje de Aruba-  y bañarse en el agua transparente una y otra vez.

Las playas de Aruba son las mejores que vi en mi vida y Baby Beach, por su tranquilidad y su paisaje, es la mejor de ellas.

La excursión duró medio día y, después de eso, pasamos la tarde en Eagle Beach, la playa que está justo frente al hotel en el que nos hospedábamos.

Al dia siguiente, nos pasó a buscar la gente DePalm Tours, una de las compañías de turismo con más antigüedad de la isla. Con ellos realizamos una excursión en Land Rover por el Parque Nacional Arikok y, también, por varios lugares históricos de la isla como el California Lighthouse y la Capilla Alto Vista.

Sin duda, lo mejor del tour fue la buena onda de Marlon, el guía, y todo lo que aprendimos sobre la isla. Además, el viaje en un vehículo todoterreno, a los saltos y muertos de risa, ¡fue muy emocionante!

Cuando no estábamos en una excursión, pasábamos el día en la playa. O, a veces, nos íbamos hasta el centro a hacer un poco de shopping o hasta Eagle Beach a recorrer la zona más turística, siempre hay cosas para hacer en Aruba.

Lo mejor para hacer en Aruba es la playa, relajarse en la arena blanca y meterse al agua. Si bien el centro es lindo, tiene pocas opciones económicas y la mayoría de las tiendas son de lujo. Más razón aún para afirmar que lo mejor de Aruba es el mar turquesa y la playa de arena clara.

La última excursión que hicimos y, probablamente, la que más miedo le dio a mi madre, fue una excursión en cuatriciclo por el Parque Nacional Arikok parando en lugares como Bushiribana, una antigua mina de oro que data de 1825 y cuya estructura aún se conserva y Natural Pool, una piscina natural compuesta por formaciones rocosas. Si bien se puede ingresar, puede ser peligroso si la marea sube porque las olas te pueden llevar al mar.

Pueden comprar esta excursión directamente en este link. Esta fue, sin lugar a dudas, la actividad más divertida que hice en mucho tiempo.

El resto de los días los dedicamos, en parte, a conocer un poco el centro, donde funciona un tranvía antiguo que recorre la calle principal y está el muelle donde anclan los cruceros. Hay que tener en cuenta que en el centro las tiendas cierran a las 18 horas, por lo tanto, para hacer shopping recomiendo ir temprano o un día nublado.

Siempre pueden ir hasta Eagle Beach, donde los locales de ropa y souvenirs se mantienen abiertos hasta las 20 horas aproximadamente, en esta zona hay también algunos centros comerciales. Este lugar es también una buena opción para los que estén buscando que hacer en Aruba de noche.

Moneda, transporte e información útil

Tal como mencioné antes, si bien Aruba tiene su moneda oficial (florín) uno se puede mover sin problemas con dólares americanos. En relación al cambio, U$S100 corresponden a AFL 179. Si desean pagar con tarjetas de crédito o débito, en la mayoría de los lugares las aceptan.

En cuanto al transporte, hay varias líneas de buses que conectan los puntos más turísticos de la ciudad como Oranjestad, San Nicolás, Palm Beach y Eagle Beach. Se puede abonar directamente en efectivo al chofer. Además, hay un sistema de vans que tienen la palabra BUS en el techo con un cartel amarillo y cuyo precio es un poquito más barato que el bus y hace el mismo recorrido.

Tengan en cuenta que la mayoría del turismo que visita la isla es norteamericano o europeo, además, al ser la isla una colonia holandesa, los precios son acordes a eso. Si bien casi todo el mundo habla español, muchos lugareños se sienten más cómodos hablando en inglés y, si desean entablar conversación con otros turistas, consideren que casi todos van a hablar inglés.

A partir de marzo 2018, los argentinos precisamos el certificado de la vacuna de la fiebre amarilla para poder ingresar a la isla. Recuerden que se la deben aplicar al menos 10 días antes de viajar a Aruba y se da de forma gratuita en Sanidad de Fronteras.

Conclusiones sobre Aruba

Personalmente, una de las cosas que más disfrute de esta isla fue la combinación perfecta entre turismo y naturaleza. Si bien ofrece muchas opciones para estar todo el día adentro de un hotel, son muchísimas las actividades que pueden realizarse al aire libre, nunca se van a quedar sin cosas para hacer en Aruba y, por eso, no hay una respuesta concreta para cuantos días ir a Aruba.

Además, el cuidado que tienen los lugareños por la naturaleza es increíble. Gran parte de la isla es una reserva natural y hay muchos lugares en los que priman el cuidado de la flora y fauna del país.

Para mí, que viajé bastante por Europa, Aruba cuenta con muchas de las ventajas de estar en el mundo desarrollado (a nivel productos, comodidad, etc.) y también con algunas desventajas, como los precios.

Los que me leen seguido saben que mis viajes preferidos son los culturales, donde puedo ir a museos, conocer grandes obras arquitectónicas y pasármela caminando de atracción en atracción. A pesar de eso, Aruba colmó mis expectativas por todo lo que describí anteriormente y, estoy segura, que a los amantes de tirarse en la playa a ver pasar el día les va a encantar.

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