La odisea de preparar un viaje largo
Semanas atrás, escribí un post con una serie de consejos para encarar un viaje corto por Europa. A pesar de haber organizado varios viajes de poco tiempo al extranjero, mi fuerte son los viajes largos. Además, muchos de los lectores de este blog, son personas que aman la idea de irse y no volver nunca más o de viajar por al menos tres meses. Armar un viaje largo es un stress divino.
Sin embargo, requiere mucha más preparación que un viaje corto. Cuando empezamos a hablar de viajar por más de tres meses, todo se empieza a complicar. No solo el itinerario de ese recorrido, también las cosas que dejamos en el lugar del cual partimos.
Desde preparar las mochilas hasta mudar toda la casa, son algunas de las instancias que tengo que pasar cada vez que decido irme de viaje largo.
El itinerario que jamás se cumple
La primera vez que hice un viaje largo a Europa me fui por seis meses. Mi plan era llegar a Madrid, de ahí a Barcelona y empezar a recorrer toda la costa mediterránea hasta subir y darle la vuelta a España por los límites geográficos del país.
¿Qué pasó? Llegué a Madrid, me invitaron a Portugal, después me fui a Barcelona, me enamoré de un alemán y adiós a mi plan original. El problema con planear tanto es que al poco tiempo de estar de viaje te das cuenta que no tiene sentido.
Cuando te vas por menos de un mes, querés aprovechar al máximo porque estás de vacaciones. Cuando te vas por seis meses, estás viviendo de viaje y es imposible llevar el ritmo que uno lleva cuando está turisteando.
Además, también es hiper complicado armar un itinerario de un viaje largo y, a medida que pasa el tiempo, se vuelve insostenible. Cuando viajas, ya sea solo, en pareja o en familia, conoces gente que te recomienda lugares, que te invita a irte con ellos, te pasan cosas que cambian rotundamente esa experiencia planeada. Y está en uno dejarse llevar por las circunstancias ajenas.
Por eso, mi recomendación en cuanto al itinerario es que solo armen los primeros 20 días. Después de ese tiempo les aseguro que ya van a haber escuchado destinos nuevos para recorrer y grupos de viajeros que los invitan a unirse a sus travesías.
Como dato extra, al viajar tanto tiempo se viaja a un ritmo más lento, por eso es importante ser flexible en los tiempos que estamos en cada ciudad. Se necesita mucho más descanso y menos agenda.
Preparativos previos
Una vez que definimos el lugar al que vamos a llegar y sacamos el pasaje llega la peor etapa para los ansiosos como yo. La espera.
Sin embargo, este sinfín de días se ve claramente matizado por dos cosas. Primero, la necesidad de juntar dinero de la manera que sea porque ya estamos por irnos y hay que ahorrar y, segundo, la cantidad de trámites que hay que hacer!
A continuación, les detallo los trámites que tuve que realizar y que recomiendo que hagan antes de irse de viaje largo:
- Teléfono celular: no sé ustedes, pero yo no pensaba pagar un abono fijo de celular que no iba a usar. Por lo tanto, primer trámite, dar de baja el plan, pero no la línea. Para mantener la línea hay que hacerle una carga de $60 (puede ser virtual o con tarjeta prepaga) cada dos meses.
- Poder notarial: esto parece una idiotez, yo no lo hice y todavía me arrepiento. Si llega a pasar algo, si tienen que vender un auto, departamento o lo que sea que esté a nombre de ustedes o si tienen que realizar algún trámite complejo y no están en el país, van a necesitar un delagado y un poder que decrete esa delegación mediante escribanos público.
- Departamento: muchas veces hay que cancelar el contrato del lugar en que vivimos o, si es nuestro departamento, hay que ponerlo en alquiler. Todo esto implica bastante tiempo, aunque lo peor es el paso siguiente.
- Documentos: es clave ver que tenemos los documentos al día. Con un vencimiento que sea bastante posterior a la fecha de regreso. No hablo solo del pasaporte y el DNI, hablo también del registro de conducir y cualquier otra cosa de importancia que pueda vencer durante el viaje.
- Medicina prepaga: en caso de que, como me pasó a mi, estemos subscriptos a una empresa de medicina prepaga, hay que darla de baja ya que no cubre en el exterior. Lo ideal es sacar un seguro de viaje o, si son ciudadanos del país al que viajan, hacer los trámites para tener salud pública dentro de ese lugar (yo hice eso en la Unión Europea).
- Vacunas: si bien para ir a algunos países no es necesario, chequeen siempre las vacunas que piden en el país de destino (especialmente si viajan a Asia o África) y, por si acaso, yo recomiendo siempre tener la antitetánica al día.
- Mudanza: esto es el stress máximo, acá fue donde casi mando todo a la basura. Con ayuda de mi familia logré poner toda mi vida en cajas e irlas repartiendo por distintas casas, algunas cajas nunca las abrí de nuevo. Otra prueba de que tenemos mucho más de lo que necesitamos para ser felices.
Armar las maletas o la mochila
Cuando completamos la ardua tarea de la mudanza, llega otro tema complicado, armar la maleta -en mi caso mochila- para un viaje largo.
Me muevo con mochilas (una pequeña y otra grande) porque descubrí que es la mejor manera para desplazarme con comodidad, sin necesitar ayuda de nadie para subir o bajar escaleras.
Sobre lo que llevo en la mochila, armé este post hace un tiempo con todo el contenido y cómo lo organizo. Si tuviera que armar mi equipaje ahora para otro viaje largo, sin duda, llevaría todavía menos ropa!
Al viajar por tanto tiempo, es lógico que algunas cosas nos olvidemos, por eso recomiendo armar la mochila al menos un día antes, así si nos acordamos de algo que nos falta, todavía estamos a tiempo para agregarlo.
Como siempre digo, es mejor llevar de menos que de más. Salvo que nos vayamos al Africa profunda, todo se consigue en los demás continentes.
¿Ya llegó el avión?
Este es mi peor problema antes de un viaje largo. La espera. El otro día leí una remera que decía “lo que mata es la ansiedad”, y no podría coincidir más.
A mi ma mata, me asesina, me vuelve loca, la espera del viaje. Saber que tengo una fecha, pero sentir que esa fecha no llega nunca, la desesperación de tomarme el avión crece con los días.
Descubrí que la mejor manera para afrontar la espera es haciendo. Haciendo los trámites, armando el itinerario de los primeros 15 días, aprovechando para ver a mi familia y a mis amigos lo más que puedo.
Los chicos del blog Algo que recordar, describieron perfectamente lo difícil que es esperar, anhelar, querer viajar y esperar ese viaje que tanto soñamos en este video:
Lo más importante es disfrutar ese viaje dentro del viaje, el viaje de planear un viaje largo.
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