Cinco meses de viaje

Hace más de una semana que cumplí los cinco meses en este continente, y este es mi último mes aquí antes de volver a mi adorada madre patria, esta situación me produce muchas sensaciones opuestas en simultáneo. Por un lado la alegría de volver  a casa, a ver a mi familia que dejé hace un tiempo largo, a mis amigas, estar en mi país; por otro lado, dejar Europa, que me recibió con los brazos abiertos en la primera parte de mi travesía, parar de viajar por unos meses y dejar a mis amigos de acá, acá.

Al moverse todo el tiempo uno se pierde cosas, pierde momentos, pierde oportunidades; claro que gana otras, y estas nuevas experiencias que se viven son realmente apreciadas, pero es inevitable querer estar en todos lados y, a veces, es difícil asumir que uno no puede, y que la vida sigue para todos los que dejamos del otro lado del océano.

Recuerdos de Munich
Recuerdos de Munich

Hace unos meses, mientras viajaba hacía Nuremberg, conocí a una chica cubana que estaba refugiada en Alemania, si no me equivoco su nombre era Roxana; nos cruzamos de casualidad en un tren y me contó un poco de su historia, de como se había ido de Cuba por un intercambio a estudiar alemán en Berlin y como luego decidió quedarse en esa ciudad y pedir asilo, de eso hacía ya dos años. La vida de Roxana era muy distinta ahora, vivía en el asilo de su país que estaba alocado en las afueras de Nuremberg, había terminado de aprender alemán, y estaba esperando que le concedan la residencia para poder trabajar. Nunca más vio a su familia, nunca más va a volver a Cuba, porque según lo que ella me contó, una vez que te quedaste en otro país, si volves a Cuba no salís nunca más en tu vida. Roxana, a pesar de todo esto, era una mujer feliz y sacrificada, había dejado todo y se había ido lejos para siempre, sin mirar atrás, buscando un futuro mejor para ella y para todos, porque ese trabajo que ella soñaba también le permitiría ayudar a su familia.

No puedo imaginarme lo difícil que debe ser no poder volver más al país de uno; porque por muy independientes y poco patriotas que seamos, el lugar donde uno nació es intocable, esta amurado en el corazón y se vive en cada cosita que uno hace. Roxana no solo renunció a dejar su país, renunció a dejar todos los países por largo rato, su condición de asilada no la permite moverse de la región de Bavaria desde hace ya dos años; el precio que ella paga por un futuro prometedor es muy alto, pero esta convencida de que es la mejor decisión posible, ya que aún en estas condiciones se esta mejor que en su país de origen.

Berlin y su muro
Berlin y su muro

En los últimos días, supongo que tocada por el hecho de volver a Buenos Aires por unos meses, no puedo evitar desarrollar un alto grado de ansiedad que me lleva a preguntare, Que será de mí? Donde viviré? Algún día plantaré bandera y diré aquí me quedo? Podré vivir quieta? y entonces después de todas estas preguntas viene el miedo que implica no tener respuesta para nada. Solo no se. Me encantaría poder soltar un poco ese afán controlador que heredé de mi madre, me encantaría contagiarme del espíritu de esa gente que disfruta el momento sin parar, pero para mi es difícil, soy de esas personas que para disfrutar el ahora tiene que recordarse todo el tiempo que el ahora es ahora.

Pasamos más tiempo planeando situaciones, que en la mayoría de los casos nunca pasan, que viviendo lo que tenemos ahora, aunque quizás ese ahora sea solo estar tirados en la cama mirando una película o comiendo una banana con dulce de leche. Vivimos en una sociedad en la que genera culpa no hacer nada, disfrutar el ocio, no trabajar, no salir de la casa, pasar un día enterado leyendo o mirando series y películas. Y esa sociedad se alimenta de los miedos de muchos, como de los míos, y esa sociedad funciona gracias a que muchos otros se paralizan por miedo. Así que en estos cinco meses de viaje les pido a todos los que no se animan, los que tienen miedo, los que están en duda, que salgan del espacio cómodo, que venzan el miedo, que rompan el letargo y crucen el umbral, porque apenas se olvidan esos miedos, todo se disfruta distinto, todo es más feliz y, sobretodo, uno es más feliz.

 

4 Replies to “Cinco meses de viaje”

  1. Alejandra says:

    Laurasia! Dos mi idola! Y sos mi inspiracion,Tengo miedo de irme de aca, pero Tengo mucho coraje ! Me voy pronto

  2. Así hay que hacerlo, miedo siempre pero también voluntad para superarlo!!

  3. Alejandra says:

    Laura ,el corrector de mi telefono me corrigio mal en tu nombre !! Sorry, I didn’t mean it! Buen regreso! Espero verte cuando vuelvas a Europa ! Besos

Deci hola! Dale, animate!