Siempre nos quedará Paris

No todas las ciudades se le presentan a uno de la misma manera, no se hace la misma aproximación aunque se la recorra en la misma cantidad de días o de manera similar. Creo intensamente que con las ciudades uno conecta o no, igual que con la gente, se ama, se odia o se es indiferente, y puede ser a primera vista, o puede ser después, cuando ya se fue y abandono el lugar. Con Paris me pasa esto último, a pesar de que me encanta cada vez que estoy allí me resulta demasiado todo, la cantidad de turistas, la hostilidad de la mayoría de los locales, las calles enormes y eternas, las distancias kilométricas de un lugar a otro. La mayoría de las cosas parisinas me provocan tedio en muchas maneras.

Sin embargo, cuando dejo Paris, no hago más que añorarlo. ¿Qué clase de extraña histeria me une a esta ciudad milenaria? ¿A que juego estamos jugando? Es tan sencillo como eso, desde lejos, a la distancia, todo lo que vi de Paris me parece hermoso, y no me importa que me morí de frío, que me lastime el arco del pie y rengueé durante tres días, al punto tal de que tuve que pasar un día entero en cama, en reposo; de pronto me olvidé que  lo parisinos son de lo más seco y frío que conocí en el mundo. Ahora extraño Paris, ahora estoy feliz de haber sacado ese pasaje por error, ya no veo la hora de volver en Abril, ya me estoy preguntando como me sentará la primavera francesa. Las calles florecidas, los arboles verdes, pasear cerca del Sena con solo dos capas de ropa.

Arco del Triunfo
Arco del Triunfo

Nunca se tiene suficiente tiempo para recorrer Paris, es demasiada amplia, pasan demasiadas cosas, tiene muchos museos hermosos que hay que visitar, y como cada vez que voy, me quedó pendiente el d’Orsay, juro que no lo aplazo más, no pasa de Abril 2015. Estuve 6 días, fue la segunda vez en mi vida, repetí muy pocas cosas que ya había hecho, y todavía no termine con esa maldita ciudad, y lo que es peor, no quiero terminar, quiero que siga sorprendiéndome como lo hace siempre.

¿Qué hice en mis 6 días en Paris? Recorrí mucho. Lo primero que hago cuando llego a un lugar nuevo es caminarlo, con unas pocas coordenadas premeditadas me dedico a caminar de una punta a otra, en este caso desde el Arco del Triunfo a los Jardines de Luxemburgo, parando en cada plaza, cada casa, cada lugarcito que me llame la atención, sin itinerario fijo, solo divagando. Es lo que le recomiendo a todos, la ciudad sola te va guiando pero, si no se sienten seguros, les recomiendo una guía con varios itinerarios para recorrer caminando: Paris a pie. En mi caso, aproveche e hice un tour gratuito que siempre recomiendo, porque es lindo, los guías son buenos y apasionados, y es una buena manera de conocer gente de otros lugares.

Pero esta vez tenía una pequeña obsesión parisina, que surgió entre mi primera visita a la ciudad y esta. Me enamoré. Y no solo de un hombre, me enamore hasta la obsesión de dos americanos extravagantes, inteligentes, sagaces, incluso creo que podríamos formar una pareja hermosa los tres juntos si no fuera por un problema. Ambos murieron hace largo tiempo. Mis amores imposibles se llamaron Ernest Hemingway y Francis Scott Fitzgerald. La Generación Perdida es sin duda mi preferida de la literatura americana, es mi preferida de entre muchas de muchos países, y estos dos autores están en mis estanterías y los exhibo con orgullo, porque no hago más que seguir enamorándome a medida que me adentro en sus obras. Por eso este viaje a Paris tenía una misión, que fue cumplida a medias.

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Frío donde Hemingway tenía frío

Quería recorrer esos lugares que vieron crecer a estos autores, que los vieron delirar y formarse y convertirse en lo que terminaron siendo, quería ver la otra cara de Paris, esa a la que Hemingway llamo una fiesta, y quería hacerlo sin caer en la visita a todos los lugares donde Woody Allen filmo Midnight in Paris, y no porque no me guste esa película, si no porque quería hacerlo a mi modo. Distinto.

Así que preparé un mapa marcando las casas donde vivieron ellos, los lugares donde se emborrachaban, los cafés donde escribían, donde bailaban, donde comían, la casa de Gertrude Stein, mujer que inspiró el crecimiento de estos héroes de la literatura. Pude conocer muchos lugares, pero nunca los suficientes, porque algunos, como el Ritz, estaba cerrado por reformas, porque otros, como el Harry’s Bar, es prácticamente inaccesible de lo caro. Pero pise esas calles, las mismas que años atrás ellos pisaron y amaron, me pare en la entrada de la casa de Stein y me imagine esa situación protagonizada por ellos años atrás. Que hermoso es que todo eso siga en pie, que lindo que aún nada fue arruinado por otra guerra, o por vándalos o por una tormenta de nieve fruto del incipiente cambio climático.

Desde la Concorde hasta el Arco. Mi único día soleado.
Desde la Concorde hasta el Arco. Mi único día soleado.

Como dicen los viejos, hay que dejar siempre algo sin ver para volver, y dejé muchas cosas en Paris que me van a esperar felices de verme en unos meses. Los únicos que seguro no van a disfrutar mi visita son los parisinos, y en algún punto los entiendo, nadie quiere compartir a una de las ciudades más bellas del mundo, todos queremos llevarnos a Paris a casa.

8 Replies to “Siempre nos quedará Paris”

  1. me recontragustaaaa !!!!!

  2. ¿no pudiste ir a la casa de Stein?

  3. Andrés Palmieri says:

    La verdad Laura que tus relatos están muy bien hechos, lo contas con mucho entusiasmo en detalle y con sencillez, sos una genia, seguí así viajera que hay mucho camino por recorrer y esto recién empieza, y lo que decis de ir sin itinerario fijo, solo divagando, es lo que lo hace más sorpendente porque nunca vas a saber que es lo que espera, al ser todo tan impredecible. Y siempre hay que volver a donde ya estuvimos, porque siempre hay algo que no se dejo ver. 😉 Beso grande

  4. Mercedes Carbonaro Partarrieu says:

    Estoy totalmente de acuerdo con vos y tu papa…..y si los Franceses son un poco frios….pero como tanta razon!!!!!….Todos queremos traernos un pedacito de Paris con nosotros!!!!!!

  5. Si fui! Pero no se puede entrar! Tiene una placa como la de Hemingway!

  6. Que hermosas palabras Andrés! Te mando un beso grande!

  7. Hola Laura! Estoy empezando a leerte y me anime a escribirte. Elegi hoteles de acuerdo a mi presupuesto eliminando desayuno, después el baño privado, después la habitación individual y le di prioridad al ascensor y a la posibilidad de limpieza . Me asustan los comentarios negativos de TripAdvisor sobre el estado de los hoteles y las RATAS! No se que haría en una habitación sola con una rata. A pesar de mis 56 años, elegi un hostel, el generator . Tenes Referencias?

  8. Hola, Gabriela! Que bueno que te hayas animado a un hostel, no hay edad para eso! El generator es una muy buena cadena de hostels que está por toda Europa. Te recomendaría el airbnb que usé yo pero son 7 pisos por escalera jajaja
    Yo siempre le creo a TripAdvisor y elijo los hoteles o hostels en base a la experiencia que otros usuarios tuvieron.

Deci hola! Dale, animate!