Por que me gusta tanto huir

“I have my madness, I live in another dimension and I do not have time for things that have no soul”

Charles Bukowski

No es solo la necesidad de viajar lo que me inspira, no es solo la necesidad constante de querer conocer gente, lugares, ciudades, paisajes, almas. Es puntualmente lo que las señoras mayores denominarían tener hormigas en el culo. Es que siempre fui así, me aburro, me aburro y huyo, corro, me escapo y me escondo de las situaciones que me provocan tedio. Es así como tome clases de crochet, bordado, ukelele, escritura, italiano, alemán, inglés, teatro, spinning, y no contemos los miles de cursos en los que me anote y no fui, o de los que empecé a averiguar y claudiqué antes de anotarme, por ejemplo: cocina, repostería, piano, corte y confección, diseño de carteras y zapatos, y hasta piloto de avión. Si, todo eso y más. Porque además soy una persona que tiene la sensación de que la vida es muy corta para todo lo que tengo que hacer, entonces empiezo mil cosas, porque aburrirme en una vida corta es de lo peor.

Entonces una de las razones por las que viajo es por la ansiedad de moverme, porque me encanta sentir esa adrenalina total que se dispara cuando llego a un lugar nuevo, y es todavía mejor si no hablo el mismo idioma, y aún mejor si no tengo idea de donde estoy parada. Poder decir “Y quien me mando a hacer esto?” y reírme como respuesta, porque me mande yo solita.

Huyendo de la vida
Huyendo de la vida

No hay nada más lindo que fluir por la ruta, es otro de los grandes placeres de viajar sola, a donde me lleve el viento voy; cualquier calle que me parezca tentadora la tomo. Me acuerdo de las primeras veces que salí a recorrer una ciudad sola, tenía la sensación de que le tenía que preguntar a alguien por donde ir, cuando tomaba una decisión miraba a los lados como esperando que alguien me apruebe el camino que elegí, y la realidad era que la decisión partía de mi y la tomaba yo sola. Y me perdí, me perdí incontables veces en distintas ciudades, y todo salió bien, pregunte, mire el mapa, encontré wifi y me volví a ubicar. Nadie murió perdido en Europa. Me perdí hace unos días, a las 12 de la noche de un domingo en Queens, New York, USA y sobreviví. Y si yo, con mi metro y medio, el pelo violeta y las dos mochilas sobreviví, cualquiera puede hacerlo.

Por eso amo viajar sola, porque es mi responsabilidad y en el peor de los casos la que se jode es una, no molesta a los demás, no tiene nadie a cargo, no depende de nadie. Creo que de tanto viajar me he vuelto un poco ermitaña. Ya sospechaba yo que esto podía pasar desde el día en que me fui a vivir sola, ya hace cinco años. Empecé generando manías y costumbres bien solitarias, imagínense ahora, que se que puedo cargar todo en una mochila y salir corriendo. No saben lo seguido que lo hago, solo me hace falta pensar un segundo si me gusta o no la situación, y si digo que no en menos de un día estoy en otro lado. Para que enfrentarse al problema cuando se puede salir corriendo.

El avión con el que huí del país la primera vez
El avión con el que huí del país la primera vez

Creo que no solo me muevo, sino que también huyo. Huyo de la rutina, del conformismo, de asentarme, de afrontar mi edad y lo que eso implica siendo mujer. Estoy corriendo en contra del tiempo y a favor del conocimiento, del propio y del que quiero adquirir. Y hay días en que me encantaría tener mi departamento, un lugar a donde volver, la misma almohada para apoyar la cabeza todas las noches, pero también se que en cuanto vuelva a ese lugar voy a querer salir corriendo. Porque así soy yo, una bomba itinerante.

 

 

5 Replies to “Por que me gusta tanto huir”

  1. Ayer leia tus aventuras por Praga y pensaba que sos todo un ejemplo a la hora de afrontar todo. Atras los miedos y adelante las aventuras. Te felicito por todo, te admiro un monton por todo lo que esta haciendo, sola. Segui asi de culo inquieto. Beso grande!!!

  2. Que lindo leer cosas como esta! Gracias Magu! Te mando un beso enorme!

  3. Bueno, maravillosa introspección… sin embargo, para todos los que bien te queremos (y somos unos cuantos…); los sentimientos que te generan los momentos y situaciones que estás viviendo en este singular devenir, de ninguna manera son neutros. Disfrutamos, reímos, nos divertimos y nos ponemos melancólicos (pocas veces..) a tu ritmo, de modo que: “eres responsable de lo que has domesticado” (Saint Ex).
    En este contexto, tal vez puedas pensar desde otra perspectiva el párrafo “en el peor de los casos la que se jode es una, no molesta a los demás, no tiene nadie a cargo, no depende de nadie”. Por lo demás, siempre estarás, como Anibal Troilo,…..Volviendo.
    Besos… Te queremos un montonazo !!!!!

  4. Hola !soy Dalma te escribo por que me siento orgullosa y feliz de encontrarte y que tenga esa misma sensación . yo viaje sola por Bolivia,Perú y un poquito de Chile. Son increíbles tus historias. y me inspiras para hacer algo nuevo cada dia.
    Saludos de Santiago del Estero

  5. Hola Dalma! Que bueno leer a mas viajeras! Tengo muchas ganas de viajar por Sudamerica! Gracias por el comentario, alienta mucho a viajar más y a seguir escribiendo!
    Un beso grande desde Londres!

Deci hola! Dale, animate!